jueves, 26 de enero de 2012

Oh-oh.


Cuando conozco a una persona, sé adivinar si encajaría o no en mi futuro. Y del mismo modo que ellas encajarían cuatro horas diarias al teléfono, en mis vacaciones, y en mis maletas, encajas en nuestra casa. Encajas con nuestros libros de Zafón, con HIMYM y con la mitología grecorromana. En mi vida encajaría carne a la zamorana y salmorejo los domingos, cervezas con tequila las noches de verano y tu rap. Podríamos complementar Sofía con Ángel; Julián con Ariadna. Tu libreta roja sobre mi libreta dorada. E interrumpir la vida las tardes lluviosas de invierno para ver Harry Potter y Star Wars y El truco final y películas de miedo que te asustan más que a mí mientras tú comes Chuchard y yo bombones alemanes. Encajarías en mi día a día mejor que el chocolate. En vida en 30 años hay hueco para que todavía en tus sms te despidas con pp. Se me antoja más dulce el futuro si promete veranos en tu hamaca. Imaginar toda mi vida llamándote por la primera sílaba de tu nombre me ha abierto los ojos. Y he visto el miedo. Si algún día decidieras alejarte nuevamente de aquí, cerraría cada puerta para que nunca pudieras salir..



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